Eran los albores del siglo XX y las grandes transformaciones comenzaban a abrirse paso en el mundo, en nuestro país, región y nuestra comuna.
Leyes sociales, mejoras en infraestructura pública y privada y el surgimiento de nuevos segmentos de la sociedad, permitieron a los estados y naciones adentrarse a lo que habría de venir.
Con la puesta en marcha efectiva de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria en el año 1920, surgieron las primeras escuelas públicas en las comunas con más de mil habitantes. Fue así que nuestra escuela, hoy llamada Ramiro Roa González, surge al alero de este magno adelanto.
Creada en el año 1925 y siempre emplazada en el centro de la comuna, la escuela albergó a decenas de niños y niñas que veían en ella un nuevo camino. Ya no sería el campo ni la mina el destino que mirarían las familias de Curanilahue y sus alrededores; sino sería la escuela, la misma que surge pequeña y humilde, pero que con el paso de los años y con los avatares de la historia, se ha hecho grande en la comuna, región y el país.
Alcanzando hoy los más de 1200 estudiantes y más de 170 funcionarios, la escuela se forjó a partir de valerosos y esforzados maestros, hombres y mujeres que, al interior de sus aulas, fueron parte fundamental de su avance.
Compromiso, convicción y amor por la labor, permitieron sumar año tras año a más niños y niñas que veían en la escuela, más que un simple edificio, un hogar, una familia y una oportunidad para surgir.
Gracias a los adelantos en políticas públicas en educación, logró robustecer y hacerse más amena a sus albergados.
Baluarte de la comuna, avanzó sin prisa, pero constante a pesar de tristes desgracias –como lo fueron las muertes de docentes y director cuyo nombre hoy lleva nuestro centro educacional.
Y es que la Ramiro Roa siempre ha sido su gente, sus docentes y asistentes de la educación, sus alumnos y sus apoderados, los que con una fuerza e identidad única han sabido sobreponerse al periodo más oscuro, iluminando con triunfos y buenos resultados el camino al futuro.
Agradecemos hoy, en nuestro cumpleaños número 99, a las decenas de generaciones que han transitado por nuestras aulas, las que nos siguen eligiendo como los educadores de sus herederos y futuras generaciones.
Como escuela Ramiro Roa González, miramos con esperanza el porvenir, y caminamos firme a nuestro primer centenario pero juntos, de la única manera que podríamos avanzar.
